viernes, 13 de febrero de 2009

El Blog de mi colega Pedro Pablo Ramos

Muy interesante este blog de un colega:

http://pedropabloramos.nireblog.com/




Os lo recomiendo lo más nuevo:

http://pedropabloramos.nireblog.com/post/2009/02/06/que-sabe-toyota-que-gm-no

http://pedropabloramos.nireblog.com/post/2009/02/06/los-7-habitos


Disfrutad.


El camino (a) de la INNOVACIÓN y la CRISIS (según Einstein)


La innovación es un proceso, un proceso que como tal tiene que tener un comienzo, pero que no finaliza jamás [van der Ven, A.H. El viaje de la innovación, Oxford University Press, 2001]

¿Cómo comenzarlo? Decía alguien tan poco sospechoso como Albert Einstein:

“Es una locura continuar haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes“,


pero también decía:

“Los problemas significativos a los que nos enfrentamos no pueden resolverse al mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando creamos dichos problemas“

A este nivel, otras citas de interés:

“Todo viaje de mil millas comienza con un solo paso“, proverbio chino

“Es tu mente la que crea el mundo“, Siddhartha Buddha.


La crisis según Einstein:

No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo.
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.


La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis cuando nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.

El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro.

Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.


sábado, 7 de febrero de 2009

Innovación, persona, empresa y sociedad

Ya entrados es siglo XXI, el secreto del crecimiento en el desarrollo económico de una sociedad no está sólo el incremento de la riqueza, expresada como incremento en el PIB por habitante o, mejor aún, en el incremento de la renta disponible por habitante, sino en la capacidad que esta sociedad tiene de hacer el desarrollo sostenible en el tiempo. La Innovación constante, y en todos los ámbitos de la sociedad, es lo que define la capacidad real de crecimiento de esa sociedad.

Se habla mucho de la Innovación. Los periódicos reflejan la palabra Innovación en muchos de sus titulares, los programas políticos incluyen el apoyo explícito a la Innovación y los presupuestos de los gobiernos dotan económicamente, de forma cada vez más fuerte, a las actividades relativas a la I+D+i.

Sin embargo, aunque parezca que el término o el concepto es de reciente invención (algo también innovador), la realidad es que las sociedades siempre han avanzado a lo largo de la historia a través de innovaciones, en mayor a menor número en una época temporal determinada, con mayor o menor impacto, siempre con éxito en el medio-largo plazo. Decir innovaciones de éxito es una redundancia, ya que no es innovador aquéllo que no produce éxito, considerado éste de forma amplia, no únicamente como el éxito material e inmediato.

En una ocasión, alguien dio una definición muy acertada de innovación ante la pregunta de por qué se innova: "Se innova cuando se tiene 'hambre', se innova para sobrevivir". Es decir, la innovación forma parte del instinto humano de supervivencia, y ésto se puede aplicar a un individuo, a una empresa, a cualquier organización o a la sociedad en su conjunto.

La cultura innovadora, "tenemos que generar una cultura innovadora desde la educación primaria hasta la universidad, en la vida laboral, en la vida social y, por tanto, en la vida personal de nuestros ciudadanos y ciudadanas", diría algún político, es algo que no se enseña, pero sí se aprende.

No existe innovación sin ánimo de superación, de aceptación de los desafíos, que permitan alcanzar objetivos nuevos y con más altas cotas.

¿Qué ocurre, entonces, en nuestra sociedad para que algo tan inherente a la persona haya que estimularlo?